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¿Por qué las enfermedades autoinmunes son más comunes en las mujeres?

Las enfermedades autoinmunes afectan de manera desigual a hombres y mujeres. De acuerdo con estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, el 80 por ciento de los casos de enfermedades como el lupus, la artritis reumatoidea y la diabetes tipo 1 se presentan en mujeres, una estadística que los médicos aún no consiguen explicar por completo. 

Estas enfermedades afectan a entre el 3 y el 7 por ciento de la población occidental. Sin embargo, estimaciones de la Asociación Americana de Enfermedades Autoinmunes sugieren que esta cifra podría ser aún mayor. Si bien se cree que pueden ser desencadenadas por una combinación de factores genéticos y ambientales, las causas concretas siguen siendo un misterio.

Los científicos sugieren que las mujeres cuentan con una respuesta inmune más robusta que los hombres, lo que podría jugarles en contra en el caso de los trastornos autoinmunes. Además, las hormonas sexuales y los cromosomas, especialmente el cromosoma X, podrían influir en la mayor predisposición a estas enfermedades.

La complejidad de estas dolencias radica en su naturaleza crónica, que por lo general demanda tratamientos de por vida con medicamentos inmunosupresores que pueden tener efectos secundarios muy complejos. Pero además, en la mayoría de los casos, las mujeres afectadas se encuentran en edad fértil, lo que puede complicar aún más su situación, especialmente durante el embarazo.

La relación entre las enfermedades autoinmunes y los cambios hormonales, como los experimentados durante la menopausia, podrían arrojar más luz sobre la complejidad de estas dolencias. Aunque se dice que algunas de estas enfermedades disminuyen con el tiempo, muchas mujeres experimentan su primer episodio durante el embarazo o después de la menopausia.

A pesar de los avances en la comprensión y el tratamiento de estas enfermedades, aún no se ha descubierto una cura definitiva. Es por eso que, por el momento, los esfuerzos médicos se centran en mejorar la calidad de vida de quienes las padecen, minimizando los síntomas y los efectos secundarios de los tratamientos disponibles.