La actividad física es un componente
fundamental de una vida saludable y activa. Por este motivo, la Organización
Mundial de la Salud promueve que cada 6 de abril se celebre el Día Mundial de
la Actividad Física con el objetivo de sensibilizar a la población acerca de la
importancia de practicar actividad física de manera regular y sistemática para
mejorar la salud y adquirir buenos hábitos de vida.
Los especialistas recomiendan que las
personas adultas realicen al menos 150 minutos de actividad física moderada o
75 minutos de actividad física vigorosa por semana, mientras que para niños y
adolescentes, se aconseja al menos una hora diaria de actividad física moderada
a vigorosa.
La actividad física tiene múltiples
beneficios para la salud, incluyendo la reducción del riesgo de enfermedades
crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y algunos tipos de
cáncer. También mejora la salud mental, disminuye el estrés, mejora la calidad
del sueño y aumenta la energía y el bienestar general.
Es importante recordar que la actividad
física no solo se limita al ejercicio en el gimnasio o la práctica de deportes.
También puede incluir actividades cotidianas como caminar, subir escaleras,
hacer tareas domésticas, bailar o simplemente mantenerse en movimiento a lo
largo de cada jornada.
Este día nos ayuda a recordar que la
actividad física es accesible para todos y que cada uno puede encontrar la
actividad que más le guste y se adapte a su estilo de vida. Además, el
ejercicio puede ser una buena excusa para reunirse con familiares o amigos,
algo que a su vez puede aumentar la motivación para entrenar.